miércoles, 6 de octubre de 2010

Condesa, una mula inesperada


Iza, mi yegua, ha sido mamá. Toda una sorpresa porque nadie sospechaba que estuviera preñada. La otra sorpresa es que ha tenido una MULA, es decir el padre es un burro. Han pasado varios días y todavía no salgo de mi asombro.


Como digo una auténtica SORPRESA porque nadie, absolutamente nadie, imaginaba que estuviera preñada, ni siquiera los dueños del picadero donde la tengo. De hecho, la tarde antes de parir la estuvieron montando; y tres días antes salí con ella de paseo durante más de dos horas, eso sí en plan tranqui.



Como digo, nada nos hacía suponer que estuviese preñada porque no tenía mamas ni tampoco barriga. En los cinco meses que la tengo se ha puesto más fuerte, pero no más gorda. De hecho, después de parir está igual de tipazo.



La verdad es que no tenía intención de poner a criar a IZA pero al conocer la noticia y ver la cría estoy emocionada y feliz. Mi intención es quedarme con las dos y trasladarlas al campo.



Iza es una orgullosa mamá, que disfruta presentando a su cría, tanto como yo.

A mí me parece preciosa, con esas orejas que parecen dos antenas parabólicas y suave como un peluche...



Nuestra mulica se llama Condesa. Se llama así porque ese era el el nombre de la mula más guapa y buena de todas las que tuvo mi padre. Por cierto, él está loco de contento con la noticia.