lunes, 24 de agosto de 2015

Cuando sonríes sola

El amor aparece sin avisar. Sin cita previa. No se puede programar ni evitar. No se puede controlar. No surge cuando tú quieres. Ni desaparece porque los demás lo deseen. No tiene un botón on-off.  No entiende de cantidades. Sólo de sensaciones. De cómo el otro te hace sentir. De las ganas de compartir.  De querer coger su mano y no soltarla. De querer más. De desear congelar el tiempo.
   Descubres que te has enamorado cuando te sorprendes a ti misma sonriendo sola. Sin saber muy bien por qué. 

No hay comentarios: